Según su licencia, podemos clasificar al software en dos grandes grupos: el software propietario y el software libre y el de código abierto (en un solo grupo, los dos últimos).
La principal diferencia entre ellos es la disponibilidad del código fuente. El software propietario mantiene oculto su código fuente y no lo distribuye ni lo pone a disposición de nadie.
El software libre y el de código abierto permiten el acceso a su código fuente. Colocamos a los dos en un mismo gran grupo porque comparten esa característica principal. Pero no son lo mismo, como veremos más adelante.
El software propietario es el más conocido porque el sistema operativo más usado, Windows, es software propietario.
En este tipo de software, lo único que obtiene el usuario son los archivos binarios o ejecutables para que pueda usar el programa, no modificarlo.
Hay varias clases de software propietario, en función del método de distribución y las limitaciones que ponen al usuario en las licencias. De esta forma, de mayor a menor limitación tenemos…
- De pago
- De demostración.
- Shareware.
- Freeware.